UN POCO DE HISTORIA

Todo se remonta a una época en que los biberones y los pañales poblaban mi casa, allá por 1975. Por aquella época, mi padre compró la placa del mítico Pong y la montó en una especie de caja de chapa, a modo de consola. Al principio sólamente jugaba él (básicamente porque lo mío era llorar y cagar), pero más adelante, cuando empecé a tener uso de conciencia, llegó mi turno... La de buenos ratos que me hicieron pasar aquellos dos palotes y esa ¿pelota? cuadrada rebotando de uno a otro...

Al Pong le siguió una consola Programmable TV Game Color SD050, que me regalaron mis padres... digoooooooo... los Reyes, a principios de los años 80. Aquello ya me pareció la releche y los dos juegos que venían con ella - Superesportic y otro que ahora mismo no caigo - me trajeron también un montón de horas de diversión.

En esa misma época, entraron en mi vida videojuegueril las famosas Game & Watch de Nintendo. Para mi aprobar significaba una nueva maquinita, así que hincaba los codos como un cabr... (dentro de lo que se pueden hincar en 2º ó 3º de EGB...) Mickey & Donald, Donkey Kong, Mario Bros... y ya no digamos la de Popeye, en color y con aquel espejo. Tener esa máquina suponía ser más importante que el delegado de clase.

Me gustaría hacer referencia a otra maquina con pantalla de cristal líquido que fue mucho menos conocida que las famosas Game & Watch: Space Cobra. Posiblemente fue, junto con Donkey Kong, la máquina de LCD con la que mejor ratos pasé. Esa me la trajo la competencia de los Reyes Magos - es decir, Papá Noel -, me sorprendió desde el primer momento... Ese formato plano, como si fuese una chocolatina plateada, que se abría y dejaba salir dos pantallas con dos juegos totalmente distintos: nuestro objetivo en la izquierda era destruir un montón de naves tocapelotas que no paraban de atacarnos, y en la derecha debíamos recorrer una serie de laberintos manejando al protagonista, una especie de Koji Kabuto, rubio, con el pelo rizado, un puro y, lo mejor, un cañón, que sustituía a uno de sus brazos, y con el que disparaba a cascoporro.

Y LLEGÓ EL AÑO CERO


O el 85, mejor dicho. En el mes de mayo de ese año... snif... perdón, es que me estoy emocionando... me regalaron por mi Comunión el que, en mi opinión, fue, es y seguirá siendo el mejor ordenador de 8 bits que ha conocido la humanidad: el Commodore 64.

Dejando el toque nostálgico y, por tanto, subjetivo a un lado, no puedo describir con palabras cuanto supuso para mi y la de horas y días y años que disfruté jugando con él (podría intentar describirlo, pero así queda más emotivo)

Cada Navidad, Noche de Reyes, cumpleaños, santos, aprobados... suponía un nuevo juego, tantos que sería incapaz de nombrarlos en este momento, pero intentaré darle un repasillo por encima...

Los dos primeros juegos (uno venía con el ordenador y otro me lo compraron al mismo tiempo) fueron el International Soccer y Superman, the Game, de First Star, un juegazo que costó 1.850 pesetas de las de entonces (lo se porque todavía está el precio pegado en la caja)

Luego ya vinieron los juegos "piratillas" de Load'N'Run, Stars... y otras revistas como Input Commodore, Commodore Computer Club... y, como no, la mítica Micromanía.

La de vueltas que di con la ilusión de un niño (¿qué queréis? era un niño) por El Corte Inglés de Princesa, el de Sol... el Mail Soft (anteriormente llamado One Way) de la calle Montera, la tienda Coconut de Juan Álvarez Mendizábal... y los muchos puestos que vendían juegos piratas en El Rastro de Madrid.

Quiero aprovechar este momento para pedirles perdón a los dependientes de El Corte Inglés que me soportaron estoicamente durante largas tardes de verano. Mis abuelos vivían justo enfrente del centro que hay en la calle Princesa y cada día me pasaba por allí a enredar un poco. Unas veces iba solo a mirar, otras preguntaba por algún juego que nunca salió para Commodore (gracias Opera y Topo Soft por lo que os toca)... Si preguntaba por algún título y me decían que estaba al llegar, allí me tenían al día siguiente, y al otro y al otro... Cuando me veían aparecer cuchicheaban entre ellos, pero reconozco que era un poco cansino...

Predator, Inside Outing, Garfield, Mickey Mouse, Combat School, Last Ninja 2, Trantor, Tiburon, Red Heat, Impossible Mision 2, Rygar, Raimbow Islands, Platoon, Renegade, Spitting Image, Thunder Blade, Solomon's Key, 720º, Robocop, Everyone's a Wally, Navy Moves, Megacorp, Cozumel, Chichen Itza, Game Over, Phantis, Freddy Hardest, Camelot Warriors, Yie- Ar Kung-Fu, Bomb Jack, Commando, Rambo, The Great Escape, Bazooka Bill, Cobra, La Aventura Original, A.M.C., After the War, Arkanoid, Winter Games, La Guerra de las Vajillas, Gauntlet, Breakthru, Infiltrator, Bionic Commando, Professional BMX Simulator, 1942, 1943, Antiriad, Scooby Doo, Dragon's Lair, Paperboy, Street Fighter, Don Quijote, Los Pájaros de Bangkok, Jet Set Willy 2, Dragon Ninja, Phantomas, Phantomas 2, Abu Simbel, Road Blasters, etc, etc, etc, etc... Estos son, a bote pronto, algunos de los juegos que guardo en mi habitación.

AÑOS 90


Y llegaron los PC's y las consolas... Amstrad 2086, 3086, Pentium, Pentium II, Pentium IV, AMD Dual Core, portátiles... Game Gear, Game Boy, Mega Drive, Super Nintendo... a las que siguieron, ya en este siglo, las Game Boy Advance SP, Play Station 2, Play Station 3, Nintendo 3DS...

Un nuevo tipo de juego, las aventuras gráficas, dejaron atrás lo que habíamos conocido hasta entonces. Ahora tocaba darle al ratón y eso hice con juegazos como Indiana Jones y la Última Cruzada, Loom, Operation Stealth, The Secret of Monkey Island, The Secret of Monkey Island 2, Maniac Mansion, Indiana Jones and the Fate of Atlantis, Day of Tentacle, Cruise for a Corpse, Future Wars...

¿Y qué decir de Alone in the Dark? Un juego poligonal, precursor del survival horror, un género que alcanzó su momento álgido con títulos como Resident Evil o Silent Hill. ¿A quién no se le pusieron los pelillos de... ahí... de punta cuando el pajarraco del principio intentaba colarse en el desván o cuando, caminando por cualquier pasillo, se oían de repente unos gemidos?

El resto es historia, pero tan reciente que no se si considerarlo historia o actualidad...